La inteligencia colectiva (IC) es un fenómeno antiguo, que últimamente se ha visto exponenciado por el desarrollo de las nuevas tecnologías, especialmente la web 2.0. La IC se define como la habilidad de un grupo de producir mejores soluciones a un problema de lo que lo harían individualmente los miembros del grupo de trabajo (Heylighen, 1999).
Inicialmente, la IC surge como concepto a partir del estudio del comportamiento de las hormigas realizado por William Morton a inicios del siglo XX, así como de otros organismos vivos como las bacterias. Las hormigas se comportan con una inteligencia grupal que se expresa en tomas de decisión consensuada. Es decir, si bien son organismos independientes, grupalmente se comportan como un individuo.
Veamos algunas características básicas de la IC.
- No es un concepto nuevo, y tampoco se restringe solamente a humanos.
- No es necesaria una interacción directa entre todos los miembros.
- Es preciso trabajar en una misma tarea.
- Debe generarse un conocimiento producido en la interacción.
- Un grupo de actores.
- Un conjunto de recursos a disposición de los actores.
- Un conjunto de acciones que realizan los actores.
- Resultados colectivos de las acciones.
- Alguna forma de evaluación de los resultados.
Pero este fenómeno antiguo, ahora está cambiando drásticamente hacia formas nuevas. Con las tecnologías de la comunicación -especialmente Internet- millones de personas en todo el planeta ahora pueden trabajar juntos en formas que nunca antes habían sido posibles en la historia de la humanidad.
Actualmente, se puede clasificar la inteligencia colectiva de la siguiente forma:
Dentro del segmento cognitivo, existen las vertientes de juicios de mercado, y previsión de eventos futuros en política y/o tecnología. A modo de ejemplo de IC aplicada a los juicios de mercado, tenemos que el 38% de los blogeros indican que expresan opiniones sobre productos o marcas (fuente: Technorati).
Por su parte, la IC aplicada a la cooperación tiene vertientes en la creación de las redes de confianza, las redes P2P (peer-to-peer, como el emule), o software libre (como Linux). todas estas vertientes suponen redes de colaboración entre individuos que no funcionan como clientes y tienen una tarea en común.
Por último, exite la IC aplicada a la coordinación, que se expresa en la creación de comunidades ad hoc (como Taringa), o acciones colectivas (tales como la plataforma Hazte Oír).
En suma, actualmente la IC es un factor necesario –posiblemente imprescindible- para el desarrollo de innovación en la era de la web 2.0. Los procesos de innovación que recurren a las TIC en la actualidad pasan por etapas de aprovechamiento de la inteligencia colectiva mediante, por ejemplo; crowdsourcing, la colaboración colectiva (como el caso de Wikipedia), o las redes sociales, entre otros.
De allí que, la principal pregunta investigativa que se realiza el MIT Center for Collective Intelligence en base al avance de herramientas como Google o Wikipedia sea: ¿como la gente y los ordenadores se conectan de manera que en conjunto actúan de forma más inteligente de lo que cualquier individuo, grupo, o equipo lo haya hecho antes?
Las nuevas tecnologías de la comunicación están cambiando la forma en que la gente trabaja conjuntamente, y cómo produce soluciones. Cada vez menos, la inteligencia individual es la creadora de valor en una sociedad en red.
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