martes, 2 de junio de 2015

TCoop: Cómo organizar los equipos cooperativos.

Para distribuir a los alumno en equipos cooperativos, lo primero que deberíamos de hacer es organizar el aula de un modo adecuado ¿Cuál de estos dos escenarios es el más adecuado para trabajar de modo cooperativo?

La creación de grupos cooperativos requiere de una determinada distribución de los alumnos. Normalmente, las mesas de un aula tienen una disposición en filas y columnas. Esta ordenación del espacio es incompatible con una sesión de trabajo cooperativo, por lo que hay que reorganizar el espacio. Esto puede crear al inicio de la sesión lectiva un cierto caos, así como una considerable inversión de tiempo que luego se echará en falta para llevar a cabo las actividades.

El docente ha de formar grupos heterogéneos de cuatro miembros, atendiendo a las diferencias étnicas, rendimiento escolar, sexo, características psicoevolutivas, nivel socio-económico... Si por cuestiones numéricas no se pueden formar todos los grupos con ese número de alumnos, se puede realizar una adaptación en uno de los grupos para solventar dicha situación; por ejemplo, componiendo un grupo de 5 o 6 personas.

Recursos que favorecen la organización y el trabajo de grupos cooperativos.
Pizarra digital. Se puede proyectar en la pizarra digital la relación de grupos y alumnos que formarán cada uno de los equipos de aprendizaje cooperativo. A cada grupo se le asigna una letra y a cada alumno un número del 1 al 4. 
  1. Numeración de las mesas. En el centro de cada conjunto de mesas se pone la letra correspondiente a cada grupo base. 
  2. Numeración de los alumnos. Cada alumno de cada grupo también tiene un número asignado. Como las mesas están alineadas en filas, la numeración de las cuatro mesas será la misma. Para ello puedes coger una de las cuatro mesas de referencia y seguir el orden de las agujas del reloj. Este tipo de colocación es muy útil cuando se realizan actividades rotativas. 
  3. Colocación de los alumnos. Cada alumno se colocará en la mesa y en el grupo base que le corresponde y pondrá su mochila detrás de su silla. Las mesas deben estar siempre despejadas de todo material que no sea necesario. Una buena opción es proyectar también en la pizarra digital el material que vayan a precisar los alumnos en cada actividad. 
  4. Recogida del material. Cuando falten cinco minutos para que finalice la sesión lectiva, es el momento de dar por finalizada la actividad de aprendizaje cooperativo. Los alumnos guardarán su material dentro de la mochila y la colocarán encima de la mesa en la que hayan trabajado.
    Para conseguir grupos heterogéneos, el docente debe seguir unos pasos:

    Paso 0. Principios de partida.
    • Elaboraremos grupos de cuatro o cinco miembros. 
    • Valoraremos las posibles compatibilidades e incompatibilidades entre compañeros. 
    • Mezclaremos chicos y chicas. 
    • Procuraremos, en la medida de lo posible, que cada grupo sea representativo del grupo clase. 
    • Preguntaremos a los alumnos por sus preferencias personales y afinidades.
    Paso 1. Clasificación de los alumnos en tres categorías. A cada alumno se le representa con una figura geométrica diferente, que no conlleva ningún juicio de valor implícito.
    • CÍRCULO. Alumnos capaces de ayudar a los demás. 
    • CUADRADO. El resto de alumnos de la clase. 
    • TRIÁNGULO. Alumno que necesitan de la ayuda de los demás.

    Paso 2. Elaboración de equipos cooperativos. Una vez se ha repartido a los alumnos entre las tres figuras geométricas es momento de colocarlos teniendo en cuenta los criterios de selección previos. Normalmente se suele colocar en cada equipo a un alumno perteneciente al grupo de círculos, otro perteneciente al grupo de triángulos y otros dos al grupo de cuadrados. De esta forma conseguimos que cada equipo represente un ‘microgrupo' de la clase. A partir de este momento el profesor es capaz de explicar el contenido de su asignatura sabiendo que en cada uno de los grupos habrá al menos algún alumno que tendrá la capacidad de explicar al resto del equipo aquello que para el resto de sus miembros no haya quedado claro. Ello facilita enormemente la consolidación de los aprendizajes.

    Paso 3. Consolidación, revisión, reordenación de los grupos cooperativos. Una vez se han establecido los grupos, viene la fase de observar cómo es su funcionamiento y el grado de rendimiento que obtienen TODOS los alumnos del grupo. Es frecuente que al principio se realicen algunos pequeños cambios, pero por lo general no suele ser muy común. A este tipo de grupos se le ha venido denominando Equipos de Base. Los Equipos de Base son aquellos que se mantienen de forma permanente al lo largo de un curso o de una evaluación. Particularmente, soy partidario de ir cambiando los grupos cada evaluación siempre siguiendo el mismo criterio de elaboración, porque también resulta más motivador para los alumnos. Ello no quiere decir que puntualmente no se puedan homogeneizar los grupos de trabajo. De hecho, cuando estamos hablando de una actividad muy mecánica y repetitiva, puede incluso resultar útil, ya que el profesor tiene en un mismo grupo a los alumnos que presentan alguna dificultad en el aprendizaje y puede focalizar más su atención sobre ellos. Pero insisto, sólo es recomendable para actividades mecanizadas.

    Paso 4. Unificación de los grupos en todas las áreas. Cuando estos grupos base están funcionando y se están consolidando, viene el momento de unificarlos en todas las asignaturas que elaboren grupos cooperativos. Es muy importante que exista una coordinación entre los docentes que llevan a cabo un tipo de enseñanza basado en el aprendizaje cooperativo, porque la elaboración de grupos no siempre es fácil. En tal caso, el Pedagogo Terapeuta (PT) del centro escolar puede ser de gran ayuda.

    Los test sociométricos para la formación de los equipos.
    Para lograr la heterogeneidad, el maestro ha de considerar el nivel de integración de los alumnos, utilizando algún método sociométrico, por ejemplo, el propuesto por Casanova (1991), que consiste en que cada uno de los discentes nombre a tres compañeros con los que más le guste jugar o compartir y otros tres con los que presente menor afinidad, aportando las razones que los condicionen a esa elección. Con este método se puede obtener información sobre el grado de interrelación entre los alumnos entre sí a la hora de formar los grupos.

    Con los datos obtenidos se puede construir una tabla sociométrica consistente en una matriz de doble entrada, en la cual los electores se ubican en cada una de las filas y los elegidos en cada una de las columnas. En las cuadrículas se anota “quién ha elegido o rechazado a quién”. Al finalizar la operación se suman las elecciones y rechazos obtenidos por cada alumno, proporcionando al docente una idea sobre la aceptación de cada alumno dentro del grupo, la existencia de líderes, de alumnos rechazados…

    El Pedagogo Terapeuta (PT) en el Aprendizaje Cooperativo.
    La figura de Pedagogo Terapeuta (PT) tiene gran importancia en la confección de grupos y puede ofrecer un gran apoyo en el aula dado el conocimiento que tiene de los alumnos con dificultades de aprendizaje. Además la ayuda que presta en el aula permite al profesor de la materia incidir en aquellos grupos que tienen más dificultades de cooperar.

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