viernes, 20 de febrero de 2015

La 'Flipped classroom' o la 'Clase Inversa'


La Flipped Classroom o Clase Inversa es una metodología pedagógica que poco a poco va calando dentro de la comunidad educativa. Consiste en asignar a los alumnos tareas de estudio y comprensión de las lecciones para que las realicen en casa, y reservar para el aula el momento de resolver dudas mientras realizan actividades en las que se buscará fomentar la participación e interacción entre los alumnos, y entre estos y el profesorado. 

La Flipped Classroom o Clase Inversa se enmarca dentro de los planteamientos actuales sobre metodologías didácticas. Se recurre a las Nuevas Tecnologías promoviendo que los estudiantes accedan de forma autónoma a todo tipo de información (vídeos, blogs, plataformas de e-learning, ejercicios interactivos, etc.), de modo que la transmisión de información por parte del profesor ya no sea tan necesaria y pueda dedicar más tiempo a resolver más dudas, de un modo más personalizado y prestando una mayor atención a los alumnos que tienen más necesidad de ello. El aprendizaje será más o menos autónomo en función de la edad y condicionantes de los estudiantes, de los contenidos a trabajar y la manera en que se espera que se aprendan (comprender, relacionar, aplicar...); por ello, seguirá habiendo ocasiones en las que la explicación del profesor seguirá siendo lo más eficaz y conveniente.


Esta metodología fomenta que el estudiante se convierta en el protagonista de su aprendizaje mediante un cambio de roles en el aula.
  • El docente se convierte en un guía del aprendizaje facilitando el acceso a los contenidos y su comprensión  mediante la preparación de una serie de materiales (documentos, podcast, vídeos, plataformas de e-learning…).
  • El alumno adquiere un papel activo y se sitúa en el centro del proceso enseñanza-aprendizaje, aprendiendo los contenidos en su casa con los materiales que el profesor le ha proporcionado para, posteriormente, aplicarlos en clase, bien de forma individual, bien de forma cooperativa o colaborativa.
El trabajo directo en el aula no recae tanto en el docente, sino que se recurre a herramientas y a los propios alumnos para sustituir la clase magistral por los libros, plataformas digitales, vídeos y grabaciones hechas sobre aquello que se quiera enseñar en una sesión lectiva. Estudios realizados en 2013 revelan que, en los centros donde han empezado a aplicar esta metodología se han obtenido mejores resultados académicos, se ha incrementado la implicación y la participación de los alumnos, y se han mejorado las actitudes hacia el aprendizaje y hacia la escuela.

Pero “flippear" una clase es mucho más que distribución de unos vídeos. Se trata de un enfoque integral que combina la instrucción directa con métodos constructivistas, como el Aprendizaje Cooperativo. Se ha de procurar aumentar el compromiso e implicación de los estudiantes con el contenido del curso para mejorar así su nivel de comprensión. Un buen feedback permitirá al profesor valorar la efectividad de la Flipped Classroom entre los alumnos.




Pasos para realizar la Flipped Classroom.
  1. Localizar o grabar vídeos sobre los conceptos que se quiera que los alumnos aprendan (para Matemáticas son muy útiles los de Khan Academy). Luego se ha de "colgar" el vídeo en un lugar que sea accesible desde Internet (canal de Youtube, un blog, plataforma Moodle, etc.). Podrán visualizar el vídeo tantas veces como quieran y al ritmo que necesiten.
  2. Asignar la tarea y el entorno de aprendizaje. Al alumno se le indican la lección y los vídeos que deben haber visualizado y comprendido para la próxima clase. Cada uno en su casa visualiza el vídeo y recurre al libro de texto en lo que precise hasta que comprenda bien la lección asignada. Para comprobar que el alumno ha visualizado y entendido la lección, se puede realizar a continuación un formulario online que le hayamos preparado. Otra opción es que al siguiente día se comience la clase realizando un sencillo ejercicio de control en papel. De esta forma se consigue un registro de la actividad del alumno, donde se nos informa de si ha realizado sus tareas de aprendizaje. El formulario ha de ser evaluable. 
  3. Revisión y dudas. Ya en el aula es el momento de revisar, si se cree preciso, los contenidos y resolver las posibles dudas que puedan haber surgido al respecto. Para esto puede ser útil la Pizarra Digital, volver a visualizar de manera grupal los vídeos, etc. 
  4. Trabajo mediante Grupos Cooperativos. Una vez aclaradas las dudas en clase, llega el momento de realizar las actividades de consolidación de los contenidos. Para ello se pueden realizar actividades a través del aprendizaje cooperativo y con la ayuda del libro de texto. Sería muy positivo que en cada grupo los alumnos dispusieran de un portátil o tablet para visualizar, si es preciso, nuevamente los vídeos, o para realizar actividades mediante libros digitalizados o formularios. Las actividades que realiza cada grupo han de ser evaluables. 

Beneficios para los estudiantes.
Además de mejorar la atención educativa que se presta a cada alumno —teniendo en cuenta sus capacidades y estilos de aprendizaje—, entre sus ventajas destacan que se consigue que el aula se convierta en un espacio de trabajo activo para todos los miembros de la comunidad educativa y fomenta la creatividad y el pensamiento crítico. 
  • Convierte a los alumnos en protagonistas de su propio aprendizaje. Les implica desde el primer momento en el proceso, y les dota de responsabilidades, de modo que pasan de ser alumnos pasivos, que escuchan al profesor, a alumnos activos (con mejores aprendizajes, según se refleja en varios estudios), que trabajan, participan, plantean dudas, colaboran en equipo, y se organizan y plantifican para realizar proyectos o resolver problemas… En definitiva, se comprometen para construir su propio conocimiento. Al alumno se le lleva a asumir un rol activo en el que tendrán que acostumbrarse a que no se les vaya dirigiendo en cada paso ni a que se les dé todo "mascado". 
  • Hay más tiempo para resolver dudas y consolidar conocimientos en clase. Al asumir los estudiantes la revisión de los conceptos teóricos desde casa, el tiempo de clase puede dedicarse a resolver las dudas, solucionar las dificultades de comprensión o aprendizaje, y trabajar los contenidos de manera individual y cooperativa/colaborativa. Los alumnos pueden abordar más tareas de aplicación de contenidos y mayores desafíos durante la clase. Además, al tener que aprender los contenidos en su casa se facilita que en ella se genere un entorno de aprendizaje a través del uso de los libros y de Internet para este fin. 
  • Permite atender la diversidad del aula. Se mejora la atención educativa a cada alumno, en función de sus capacidades, de su estilo básico de aprendizaje, etc. Mientras los demás alumnos trabajan, el profesor tiene la oportunidad de dirigirse a aquellos que tienen algún tipo de dificultad y darles una atención mucho más individualizada. Los alumnos pueden dedicar tanto tiempo como deseen a revisar los contenidos, para asegurarse de que los comprenden correctamente. Si los están visualizando a través de una videolección o un interactivo, pueden pausarlo y repetirlo tantas veces como deseen. Además, en función de las dudas y los problemas de comprensión que planteen, el profesor puede encargarles distintas actividades. A los alumnos que van más avanzados se les permite progresar más en sus aprendizajes, evitando que puedan llegar a aburrirse.
  • Fomenta un aprendizaje más profundo y significativo. El docente puede invertir más tiempo de clase a analizar, crear, evaluar y aplicar los conocimientos a la vida real (categorías superiores de la Taxonomía de Bloom), y menos a que los alumnos recuerden o memoricen, y comprendan, procesos que pueden llevar a cabo desde sus casas. Esto contribuye a que los estudiantes logren un aprendizaje más perdurable y significativo, que les sea útil para desenvolverse en la sociedad. 
  • Favorece el desarrollo de las competencias mediante el trabajo individual y cooperativo/colaborativo. Desde un primer instante fomenta la autonomía del alumno, promueve la competencia digital mediante el uso de las TIC, y a través del trabajo cooperativo/colaborativo desarrolla las habilidades de los alumnos para organizarse, planificarse, intercambiar opiniones o tratar la información, entre otras. 
  • Incrementa la motivación de los estudiantes. Les redescubre el proceso de aprendizaje como algo divertido, donde son ellos los que asumen responsabilidades, toman decisiones, participan y trabajan mano a mano con sus compañeros para alcanzar objetivos comunes. Aprenden haciendo, no memorizando. Y desarrollan conocimientos y habilidades que pueden aplicar en su día a día. Se mejora significativamente el ambiente de trabajo en el aula. Los alumnos están más involucrados en las clases a través de actividades que les llevan a interactuar entre ellos y que requieren el pensamiento crítico. Además, reducir las clases magistrales permite bajar la intensidad de la jornada escolar y reducir los conflictos en el aula facilitando, así, el cumplimiento de las normas al eliminar riesgos.
Beneficios para los profesores.
  • Pueden dedicar más tiempo a plantear temas desafiantes.
  • El profesor dispone de varios elementos de retroalimentación que le permiten observar en qué grado están aprovechando las clases sus alumnos. Obtiene información oportuna sobre el aprendizaje de los estudiantes y, por tanto, pueden adaptar su programación según las necesidades.
  • Reciben y responden en el momento a los problemas de aprendizaje del estudiante durante las actividades interactivas en el aula generándose una retroalimentación.
  • Les resulta más gratificante pasar el tiempo de clase interactuando con los estudiantes, en lugar de dar clases magistrales.
Esta metodología, al igual que otras, nos permite constatar que en la escuela del siglo XXI todo o casi todo está por hacer. ¿Aceptaremos el reto? 



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Fuentes:

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